A lo largo de los últimos días he destacado la fuerte necesidad de mantenernos a la espera de próximos movimientos que pudiera llegar a realizar el oro para tomar una decisión segura. Por ese mismo motivo, hoy quiero hablar de los movimientos que está realizando y dar las pautas precisas que tenemos que tener en cuenta para poder operarlo. Según podemos observar en la imagen que adjunto, el gráfico se ha empezado a encerrar en un intervalo cada vez menos formado por un suelo de gran importancia, el de 1915,6, así como una tendencia bajista que provoca que el gráfico esté realizando máximos cada vez más bajos.
Podríamos decir que se está formando algo así como un triángulo bajista. El consejo que doy en este momento es que, para operar de la manera más correcta posible el gráfico, deberíamos observar el rompimiento de esta consolidación, y para ello lo más apropiado será esperar al menos en temporalidad de D1. Una consolidación por debajo del suelo indicado nos daría proyección bajista, pensando en un primer objetivo ubicado en 1865.5 como proyección máxima.
Por contra, máximos del oro por encima de 2008,2 nos hará pensar en el siguiente techo de 2070,8.