Las subidas continuarán. Al menos así será siempre que no aparezca un nuevo Cisne Negro. De hecho, si así fuera, deberíamos empezar a preguntarnos si realmente es eficaz utilizar esa terminología para algo que durante este año ha sido tan común.
Varias veces el Mercado parecía tener clara la dirección que iba a tomar, hasta que un acontecimiento inesperado lo ha girado por completo. El carrusel de sorpresas empezó con el coronavirus y ha seguido durante todo el año. Pronosticar la dirección del Mercado en este 2020 es una tarea francamente difícil. A pesar de ello, nos sentimos orgullosos de que nuestro método de trabajo nos haya dado la posibilidad de anticipar la recuperación de marzo y la de septiembre.
La última sorpresa la tuvimos la semana pasada cuando en la sesión del viernes conocíamos la noticia de que Donald Trump había dado positivo en Coronavirus. Afortunadamente para la salud del presidente -y la del Mercado- todo ha quedado en un susto. Las Bolsas han ido siguiendo la trayectoria alcista que iniciaron antes de la noticia.
Como decía, la pronta recuperación de Trump dio alas a unos índices americanos que venían envalentonados en las sesiones anteriores a la noticia. Sin embargo, en un aparente fallo de cálculo, Donald Trump adelantó que las medidas de estimulo fiscal prometidas semanas atrás se atrasaban hasta después de las elecciones. Esta noticia -adelantada por el propio Trump horas antes del cierre de Mercado- no sentó muy bien a Wall Street.
Wall Street, Donald Trump, y los -necesarios- estímulos Tal vez estaba ya calculado, o tal vez no lo estaba, pero la realidad es que al día siguiente Trump se apresuró a avanzar la aprobación de un cheque de $1.200 a cada familia y un aumento considerable de las ayudas a las PYMES. Todas estas ayudas y planes de estimulo han provocado que el 22% de los dólares americanos en circulación se hayan producido en 2020. Una auténtica locura monetaria que, sin lugar a duda, va a traer una inflación galopante en los próximos meses.
Estas ayudas son más necesarias para unos sectores que para otros. Un ejemplo de ello es la tremenda debacle en la que están inmersas las compañías de cruceros. Esta semana se ha publicado una impactante foto en Reuters donde se muestra las decenas de cruceros que se están desmantelando ante la enorme crisis que está pasando el sector.
Por otra parte, tal y como presentan los datos publicados por JP Morgan, existen sectores en los cuales las crisis no solo ha pasado desapercibida, si no que ha resultado un auténtico boom de cara al crecimiento de sus principales valores.
Sectores como ‘’online retail’’ (+60%), ‘’Home improvment’’ (+33%) o la tecnología (+29%) han superado con creces a sectores como las aerolíneas (-46%) o el sector energético (-48%). Todas estas variaciones respecto al SP500.
Por último, me gustaría cerrar esta introducción comentando una de las noticias más impactantes de la semana. Según comenta el Financial Times, el Vaticano utilizó fondos de la caridad para apostar contra la bancarrota de Hertz en abril.
"...compró notas estructuradas que contenían credit default swaps como parte de una apuesta de no-default de Hertz. El mes siguiente, HTZ se declaró en bancarrota"