El fondo activista Elliot Investment Management ha comunicado una inyección de capital de 4.000 millones de dólares en PepsiCo, acompañada de una serie de recomendaciones que, a su juicio, podrían impulsar de forma significativa la rentabilidad de la compañía. Según sus estimaciones, la empresa se encuentra ante una oportunidad única, siempre que adopte las decisiones adecuadas.
Elliot cuenta con un historial mixto pero relevante: en ocasiones ha logrado importantes retornos para los accionistas —como ocurrió con Procter & Gamble— y en otras ha propuesto estrategias que la dirección ha seguido, aunque sin resultados financieros inmediatos, como en el caso de Honeywell. Por ello, sus planteamientos suelen generar interés.
El fondo destaca que PepsiCo cotiza actualmente con el PER estimado a 12 meses más bajo de los últimos diez años y con el mayor descuento relativo frente a sus competidores. Entre las razones de este retroceso, señalan la debilidad prolongada del negocio de bebidas en EE. UU., al que la compañía destinó menos recursos al priorizar el área de alimentación, y el deterioro más reciente de este último segmento tras la pandemia, agravado por varios años de elevada inflación.
En los últimos ejercicios, PepsiCo ha mantenido un nivel de CapEx y de inversión general muy elevado, sobre todo en Frito-Lay Norteamérica, que hasta hace poco registraba un fuerte crecimiento. Entre 2012 y 2018, el gasto medio anual en esta división rondaba los 650 millones de dólares, pero desde entonces hasta 2024 se ha duplicado hasta unos 1.400 millones, a lo que se suman mayores desembolsos en marketing, publicidad y estructura, lo que ha presionado a la baja los márgenes operativos. Estas inversiones tenían sentido en el contexto posterior al COVID, cuando las ventas orgánicas crecieron con fuerza —por precios y volúmenes—, pero el panorama actual es distinto.
Las propuestas de Elliot, en gran parte alineadas con los planes que la propia empresa ya habría considerado, incluyen:
Bebidas en Norteamérica: refranquiciar las embotelladoras, siguiendo el modelo de Coca-Cola, y estudiar la venta de marcas con menor rentabilidad.
Alimentación en Norteamérica: ajustar costes e inversiones a un escenario de volúmenes más moderados que en los primeros años tras la pandemia y desprenderse de algunas marcas, como varias de Quaker.
En ambos segmentos: orientar mejor el gasto en marketing e innovación y adquirir productos atractivos en categorías emergentes.
Elliot calcula que, con estas medidas y ciertos cambios en la gestión, PepsiCo podría volver a crecer el beneficio por acción a tasas de dos dígitos y que su múltiplo de valoración pasaría de 18 a 22 veces.
Aunque las recomendaciones parecen sensatas, el refranquiciado de las embotelladoras en Norteamérica plantea dudas: a diferencia de Coca-Cola, PepsiCo combina alimentación y bebidas, lo que genera sinergias en canales como supermercados y tiendas de conveniencia. Separar la producción de bebidas podría diluir esas ventajas. No obstante, la compañía ya operó bajo este modelo hasta 2010, por lo que no sería inviable.
La presentación de Elliot también sirve para recordar la solidez del negocio de PepsiCo. La caída de la cotización suele distorsionar la percepción de su calidad, pero la empresa ha incrementado sus ventas a un ritmo anualizado superior al 9 % durante seis décadas, con inevitables periodos de menor crecimiento. Es líder mundial en snacks y ocupa el segundo puesto en bebidas, muy por delante del tercero.
Un dato que pasa desapercibido para muchos es el peso de Frito-Lay Norteamérica, que representa más del 90 % de la división de alimentación en la región y es casi el doble de grande que las seis siguientes competidoras juntas.
Elliot considera que existe una desconexión entre el crecimiento orgánico de la última década y la valoración actual de la compañía. Además, estima que, optimizando costes y reduciendo el CapEx a niveles históricos, solo la división de alimentación en Norteamérica podría generar entre 1.000 y 1.500 millones de dólares adicionales de flujo de caja libre hasta 2027.
En definitiva, habrá que esperar la respuesta de PepsiCo, aunque, salvo por la cuestión del refranquiciado, las propuestas parecen ir en la misma dirección que los planes ya anunciados por la empresa.
Elliot cuenta con un historial mixto pero relevante: en ocasiones ha logrado importantes retornos para los accionistas —como ocurrió con Procter & Gamble— y en otras ha propuesto estrategias que la dirección ha seguido, aunque sin resultados financieros inmediatos, como en el caso de Honeywell. Por ello, sus planteamientos suelen generar interés.
El fondo destaca que PepsiCo cotiza actualmente con el PER estimado a 12 meses más bajo de los últimos diez años y con el mayor descuento relativo frente a sus competidores. Entre las razones de este retroceso, señalan la debilidad prolongada del negocio de bebidas en EE. UU., al que la compañía destinó menos recursos al priorizar el área de alimentación, y el deterioro más reciente de este último segmento tras la pandemia, agravado por varios años de elevada inflación.
En los últimos ejercicios, PepsiCo ha mantenido un nivel de CapEx y de inversión general muy elevado, sobre todo en Frito-Lay Norteamérica, que hasta hace poco registraba un fuerte crecimiento. Entre 2012 y 2018, el gasto medio anual en esta división rondaba los 650 millones de dólares, pero desde entonces hasta 2024 se ha duplicado hasta unos 1.400 millones, a lo que se suman mayores desembolsos en marketing, publicidad y estructura, lo que ha presionado a la baja los márgenes operativos. Estas inversiones tenían sentido en el contexto posterior al COVID, cuando las ventas orgánicas crecieron con fuerza —por precios y volúmenes—, pero el panorama actual es distinto.
Las propuestas de Elliot, en gran parte alineadas con los planes que la propia empresa ya habría considerado, incluyen:
Bebidas en Norteamérica: refranquiciar las embotelladoras, siguiendo el modelo de Coca-Cola, y estudiar la venta de marcas con menor rentabilidad.
Alimentación en Norteamérica: ajustar costes e inversiones a un escenario de volúmenes más moderados que en los primeros años tras la pandemia y desprenderse de algunas marcas, como varias de Quaker.
En ambos segmentos: orientar mejor el gasto en marketing e innovación y adquirir productos atractivos en categorías emergentes.
Elliot calcula que, con estas medidas y ciertos cambios en la gestión, PepsiCo podría volver a crecer el beneficio por acción a tasas de dos dígitos y que su múltiplo de valoración pasaría de 18 a 22 veces.
Aunque las recomendaciones parecen sensatas, el refranquiciado de las embotelladoras en Norteamérica plantea dudas: a diferencia de Coca-Cola, PepsiCo combina alimentación y bebidas, lo que genera sinergias en canales como supermercados y tiendas de conveniencia. Separar la producción de bebidas podría diluir esas ventajas. No obstante, la compañía ya operó bajo este modelo hasta 2010, por lo que no sería inviable.
La presentación de Elliot también sirve para recordar la solidez del negocio de PepsiCo. La caída de la cotización suele distorsionar la percepción de su calidad, pero la empresa ha incrementado sus ventas a un ritmo anualizado superior al 9 % durante seis décadas, con inevitables periodos de menor crecimiento. Es líder mundial en snacks y ocupa el segundo puesto en bebidas, muy por delante del tercero.
Un dato que pasa desapercibido para muchos es el peso de Frito-Lay Norteamérica, que representa más del 90 % de la división de alimentación en la región y es casi el doble de grande que las seis siguientes competidoras juntas.
Elliot considera que existe una desconexión entre el crecimiento orgánico de la última década y la valoración actual de la compañía. Además, estima que, optimizando costes y reduciendo el CapEx a niveles históricos, solo la división de alimentación en Norteamérica podría generar entre 1.000 y 1.500 millones de dólares adicionales de flujo de caja libre hasta 2027.
En definitiva, habrá que esperar la respuesta de PepsiCo, aunque, salvo por la cuestión del refranquiciado, las propuestas parecen ir en la misma dirección que los planes ya anunciados por la empresa.
免责声明
这些信息和出版物并非旨在提供,也不构成TradingView提供或认可的任何形式的财务、投资、交易或其他类型的建议或推荐。请阅读使用条款了解更多信息。
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